Inundación

Tuxtepec o como su nombre completo San Juan Bautista Tuxtepec Oaxaca es la segunda ciudad más importante del estado de Oaxaca y es la más rica de la Región de la Cuenca del Papaloapan.

Era principios de septiembre cuando comenzó las lluvias, cada día las lluvias eran más intensas y fuertes. El río Papaloapan cada vez crecía más y toda la gente curiosa iba al muro un boulevard con mucha tradición

construido hace más de 20 años en Tuxtepec que está en las orillas del Papaloapan.

Muchos comentaban lo imposible que el río se desbordara, lo ilógico teniendo la presa Cerro de Oro. Nadie se preocupo y el presidente municipal no ordeno que la gente que vive en las orillas del muro, los llamados invasores porque decidieron vivir en un lugar público sin el permiso de nadie.

En las noticias decían que cada día iba a aumentar las lluvias, que toda la ciudad debería tomar precauciones muy pocos les prestaron atención, el municipio no mandaba ningún comunicado por lo que se pensaba no era serio.

Cada vez que llovía las calles se llenaban de charcos, a veces era imposible salir y los coches se quedaban parados. Mi abuelo tiene un hotel en Tuxtepec, mi mamá me comentaba que los pocos clientes que tenían y que llamaban para cancelar la reservación porque no se podía pasar de las intensas lluvias.

Pero no sólo era nuestro hotel sino también todos, los autobuses tampoco y comenzaron a cancelar los viajes hacia Tuxtepec. Yo me sentía encerrada, no podía ir a clases, si salías los coches no avanzaban.

Los autobuses públicos cobraban diez pesos, toda la gente se quejaba que el municipio no hacia nada para controlar el problema que se estaba avecinando. El caos empezaba sólo las noticias trataban de tranquilizar pidiendo que compraran agua, comida enlatada, medicamentos y que se preparan para lo que fuera.

Para el 21 de septiembre el municipio mando el comunicado donde explicaba la situación de las lluvias, las medidas que cada familia debía tomar y se tomo la orden de cerrar los negocios y sólo dejar las tiendas de autoservicio.

Trate de salir pero el agua me llegaba por las pantorrillas y no podía caminar casi 3 cuadras, vi pasar a un alguien de la cruz roja y le pregunte que si las lluvias iban a empeorar no me dijo mucho pero pude verle la mirada de terror y supe que esto apenas era el comienzo y tuve un escalofrió, deseaba que fuera una pesadilla.

Día, noche y madrugaba llovía con tanta intensidad que el cielo no dejaba de llorar. Mi mamá y yo con ayuda de la cruz roja nos quedamos en casa de mis abuelos con nuestras cosas más importantes. Dentro de la casa aun no había entrado el agua a comparación de otras casas que ya tenía el agua dentro.

Teníamos en la cocina la comida, lámparas, medicinas y un poco de ropa preparadas para cualquier cosa. Desconectamos las televisiones y a veces poníamos la radio para estar enterados de cualquier novedad y los celulares dejaron de tener buena recepción, estábamos completamente solos.

Todos los hoteles fueron cerrados, el nuestro por ser tan abierto guardaron los muebles, computadoras, cuadros y la virgen de Guadalupe. Parecía una ciudad fantasma, sólo valientes salían a las calles.

Los invasores se negaban a salir de sus casas sabiendo el riesgo que corrían de estar tan cerca del río, no querían oír a las autoridades por más que los sacaban ellos regresaban y el municipio ya no insistió más. Los demás que vivían cerca del rio se fueron a refugios, que estaban en el centro Modelo, en la Cervecera y por el Ingenio, el resto se fue con sus familiares.

Otras personas se refugiaron en el cine Pardo también propiedad de la familia de mi abuelo, él presto el edificio para que fuera utilizado por el municipio para llevar a los damnificados que se habían quedado sin un hogar.

Las lluvias no cedían, no paraba de llover aumentaba el agua y ya estaba entrando por las casas. El 23 de septiembre hubo un fuerte aguacero que azotó a toda la región en las veinticuatro horas, provoco que arroyos, lagunas y ríos aumentaran su caudal debido a una tormenta tropical y provoco más damnificados.

La mañana del 24 de septiembre se dio la orden de que abrieran las celdas en donde estaban los presos para evitar que no murieran ahogados. La cárcel se encontraba en la parte atrás del palacio municipal que ahora ya son oficinas. Por este suceso se celebra el día del preso y cada año realizan una misa de los prisioneros que fueron salvados.

Tuxtepec de inmediato recibió la ayuda del presidente municipal de Tierra Blanca, Veracruz, que a través del ferrocarril de San Bartolo sacaron a mucha gente en los furgones. Luego vino la ayuda del tuxtepecano radico en Puebla Francisco Rodríguez Pacheco a quien se le conmemora el 23 de septiembre por tan buena labor humana.

Por las noticias escuchamos que una mujer dio a luz a unos gemelos, el agua venia con mas fuerza, la avenida más importante de Tuxtepec, Independencia prácticamente estaba cubierta de agua. Pedían que la gente subiera a edificios altos ya no era seguro estar en nuestras casas.

Mis abuelos, mis primos, mi mamá y yo subimos al edificio de Banamex, que esta al lado de la casa de mis abuelos, donde años antes se firmo el plan de Tuxtepec; mi abuelo es el dueño y como pudimos subimos el agua estaba helada nos llegada casi a las rodillas tratamos de llevar casi toda la comida, mantas, agua y medicas.

Ya estábamos incomunicados por completo, el cielo estaba negro mi abuela rezaba para que parara. Y llego el caos el 27 de septiembre el Papaloapan se desbordó, lo que nadie creía y provocó rachas de 15m/s e hizo que las aguas del río alcanzaran niveles de 4 hasta 9 metros de sobre superficie de la ciudad.

Los niveles del río perduraron por 3 días, al descender el nivel de agua, se dio al descubierto numerosos cadáveres de animales y personas, restos de techos y construcciones. La inundación afectó acerca de 500,000 hectáreas y causó daños por 30 millones de pesos mexicanos. Fue declarada como la peor catástrofe del siglo, sólo superada por el Terremoto de 1985.

Durante esta tragedia, el Estado de Veracruz fue el que primero auxilio y ayudo. El presidente de la Republica recorrió las zonas afectadas, junto al presidente municipal, el gobernador de Oaxaca, el de Veracruz y el Secretario de Gobernación.

Cuando pasaron esos 3 días se dio la orden de ir a nuestras casas, la nuestra no tuvo muchos daños, tratamos de salvar lo que más pudimos y el hotel quedo al dañado nada grave que no se pudiera arreglar.

Era terrible ver aun cuerpos en las calles, todavía no quería salir yo me quede en casa con mi abuela mientras el resto de mi familia si salió. La comunicación poco a poco regreso en la noticias observaba como los habitantes de la zona daban aplausos, vivas y ovaciones al Gobernador veracruzano, en agradecimiento de la ayuda inmediata que proporcionó; al contrario del gobernador oaxaqueño que fue ignorado.

El Universal dedicó un encabezado "Tuxtepec ha desaparecido prácticamente":

Los habitantes de Tuxtepec, solicitan auxilio porque no tienen que comer. Las principales casas de la ciudad fueron arrasadas por la corriente del río, al igual que los edificios comerciales, perdiéndose todas las mercancías. Las calles están intransitables y las casas que aún quedan en pie están llenas de escombros y las calles de hoyancos. Dentro de lo que eran habitaciones hay toneladas de arena en las que están sin duda, sepultados muchísimos cadáveres.

Cuando la calma poco a poco llego me arme de valor y salí. Quise ir al muro quería ver el Papaloapan de cerca y lo que vi fue desolador, todas esas casas en las orillas ya no existían sólo había escombros, lodo, pedazos de madera, vidrios, ropa y algunos cuerpos.

Cerré los ojos la imagen era tan aterradora que ya no podía seguir viendo, mientras regresaba a mi casa aun había socorristas, gente tratando de limpiar lo que quedaba de calle. Se nos aviso que todos debíamos vacunarnos para evitar cualquier infección.

Todos necesitábamos una esperanza de que volviéramos a ser ese Tuxtepec rico en la Industria, agricultura, comercio, ganado y que cuando habláramos del rio Papaloapan no nos diera miedo mencionarlo. A partir de ahora también seremos conocidos como la Tragedia de Tuxtepec.